En el Reino Unido, las NIIF son obligatorias para los estados financieros consolidados de las empresas que cotizan en bolsa. Fuera de ese caso, las compañías tienen cierta flexibilidad para elegir el marco contable que utilizarán.
Las empresas británicas no cotizadas pueden optar por aplicar las NIIF completas o bien los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados del Reino Unido (UK GAAP), concretamente la NIIF 102, tanto para sus cuentas consolidadas como para las cuentas individuales (solus). Además, las filiales también pueden preparar sus cuentas individuales utilizando NIIF o NIIF 102, beneficiándose, si lo desean, de un régimen de información reducida.
Para las pequeñas empresas y microentidades, existen marcos contables simplificados con menores requisitos de presentación y revelación. Sin embargo, la elección del marco contable está limitada por el marco jurídico de sociedades del Reino Unido, el cual exige consistencia dentro del grupo a la hora de aplicar los PCGA.
El Reino Unido mantiene una red extensa de acuerdos internacionales orientados al intercambio de información fiscal, además de los tratados para evitar la doble imposición. También participa activamente en las iniciativas de la OCDE para establecer principios fiscales globales más consistentes y transparentes.
Aplicación de la ley FATCA en el Reino Unido
Con el objetivo de combatir la evasión fiscal por parte de ciudadanos y entidades estadounidenses, Estados Unidos aprobó la ley FATCA, que obliga a las instituciones financieras extranjeras a identificar e informar sobre sus clientes estadounidenses.
Para implementar esta normativa, el Reino Unido firmó un acuerdo con EE. UU. en 2012, que entró en vigor mediante regulaciones específicas. Desde junio de 2014, todas las entidades financieras británicas están obligadas a cumplir con los requisitos de FATCA. De no hacerlo, pueden enfrentarse a sanciones financieras y a retenciones sobre ingresos provenientes de fuentes estadounidenses.
Estándar Común de Reporte (CRS)
En 2014, la OCDE publicó el Estándar Común de Reporte (CRS), que establece un sistema global de intercambio automático de información tributaria entre países. Este sistema exige a las instituciones financieras recopilar y reportar información sobre cuentas de no residentes a las autoridades fiscales, que luego la comparten con las jurisdicciones correspondientes.
El Reino Unido adoptó el CRS mediante las Regulaciones de Cumplimiento Tributario Internacional de 2015, que entraron en vigor en 2016. Estas normas obligan a las entidades financieras a registrar y comunicar datos específicos sobre sus titulares de cuenta, en línea con los compromisos multilaterales asumidos por el país. El incumplimiento también conlleva sanciones significativas.
Desde 2022, la OCDE ha introducido actualizaciones al CRS, ampliando los productos financieros cubiertos y los datos requeridos, lo que refuerza aún más el alcance de la cooperación fiscal internacional.
En el Reino Unido, los cambios en la legislación fiscal suelen anunciarse al menos una vez al año, principalmente en el Día del Presupuesto, cuando el gobierno establece los tipos impositivos y otras medidas fiscales para el siguiente ejercicio.
Tradicionalmente, este evento tiene lugar en primavera (marzo) o en otoño (octubre/noviembre), aunque la fecha puede variar. Si no se realiza un presupuesto completo, el gobierno puede optar por una Declaración de Primavera u Otoño, que es un evento fiscal más breve.
El Ministro de Hacienda ha señalado la intención de limitarse a un único evento fiscal importante al año, que será el Presupuesto de Otoño, complementado por una declaración más reducida en primavera. No obstante, el gobierno mantiene la flexibilidad para modificar este calendario en función de las circunstancias.
Una vez presentadas las propuestas, estas se integran en un Proyecto de Ley de Finanzas anual, que se convierte en ley tras obtener la Sanción Real, transformándose oficialmente en la Ley de Finanzas. Este proceso legislativo puede tardar varios meses.
Además, pueden anunciarse medidas fiscales en otros momentos del año. Siempre que se aprueben legalmente, pueden entrar en vigor en fechas específicas. En años electorales o ante situaciones económicas excepcionales, es posible que haya más de un Presupuesto o varias Leyes de Finanzas en un mismo año.